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Noticias de Villanueva de Gállego

Villanueva del Cid

Villanueva del Cid

En su expansión hacia el Valle del Ebro los reyes aragoneses iban estableciendo líneas defensivas que consistían en pequeñas fortificaciones militares, generalmente torres guardadas por un “Tenente” y protegidas por una serie de colonos que vivían en su alrededor cultivando las tierras adyacentes y defendiendo la posición de frontera. A lo largo de la geografía aragonesa existen numerosos ejemplos de este tipo que reciben el nombre de torrazas. Por tanto la que Sancho Ramírez quiso ubicar en esta zona de las Fajas en el pinar de Zuera, sería una más y tendría funciones a la vez que defensivas de control en las comunicaciones y apoyo en su avance hacia la fortaleza del Castellar.

Los reyes cristianos solían fundar villas con el fin de ganarse alianzas, dando tierras a los que combatían a su favor o afianzar líneas de defensa mediante la utilización de vasallos que ocupaban las llamadas “Tenencias”. Por lo general éstas solían haber sido durante el período de conquista posiciones o avanzadillas cristianas que, tras la pacificación de la zona, se convertían en lugares habitados por esos mismos colonos a quienes se les daba una casa y una “yeguada” de tierra, que venía a equivaler lo que un par de mulas podían roturar en un día, además del título de Infanzón. A la hora de configurar el casco urbano de esos lugares generalmente se disponían alrededor de la torre militar originaria.

Vimos en la entrada anterior que uno de los acuerdos a los que llegaron Sancho Ramírez y el Cid fue que los tenentes que se encontraban en la torraza se desplazaran a otro lugar. Pues bien puedo asegurar que esa nueva posición elegida como nueva ubicación de estos pobladores de frontera, dio origen a la actual Villanueva de Gállego o lo que es lo mismo se asentaron en lo que hoy es Villanueva. ¿Porque defiendo esto? El nuevo enclave se encontraba fuera de las rutas de tránsito utilizadas por los musulmanes para comunicarse con sus posesiones, por lo cual no obstaculizaban el tránsito como sí ocurría en el Pinar, pero tampoco estaban muy alejados del área de influencia aragonesa, sobre todo de la fortaleza de Supra Zaragoza. El valle del Gállego estaba habitado ya entonces por una importante población cristiana para la que este nuevo poblado, seguramente otra posición castrense, surgía como referente y refugio. Villanueva de Gállego ha tenido privilegios tradicionales en el llamado Castellar antiguo (el Vedao) y sobre todo en la partida de las Fajas. En Un lugar en la huerta señalé las características de este primer asentamiento fundamentadas en el reparto de tierras y en la construcción del Barrio Alto de Villanueva, donde se encuentra la calle de Santa Catalina a cuyo final, que era la zona más alta del casco urbano, se encontraba la ermita de su mismo nombre (generalmente este tipo de construcciones más tarde se reconvertían en iglesias). La devoción a esta mártir cristiana del siglo IV fue traída por los cruzados a principios del siglo XII y representa la resistencia de la fé en zonas ocupadas por el Islam, Villanueva en ese momento también era una posición cristiana rodeada por musulmanes.

En definitiva estoy convencido de que el acuerdo por el que llegaron el Rey aragonés Sancho Ramírez y Rodrigo Díaz de Vivar mediante el cual, el asentamiento no podía permanecer en “las Fajas” y que éste se trasladara a un lugar cercano donde pudiera cumplir también su función de avanzadilla y frontera (no hay que olvidar que el Cid era cristiano como el monarca) sentaron las bases de una “nueva villa” que no perdiera los derechos adquiridos durante su establecimiento en la Torraza. Por lo cual Villanueva bien podría llamarse “Villanueva del Cid”.

La fotografía corresponde a un cuadro pintado por Fidentino Longas en el que aparece una irreconocible calle de Santa Catalina en el Barrio Alto.

Carlos Urzainqui Biel en el solsticio de verano de 2011

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