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Noticias de Villanueva de Gállego

Royo del Rabal

Royo del Rabal

Pedro Nadal y Auré (el Royo del Rabal) había nacido en el zaragozano barrio del Rabal el 23 de octubre de 1844. Protegido por don Jorge Jordana Mompeón entro a trabajar en el Sindicato de Riegos de la acequia del Rabal, llegando a ser azutero o guarda del Azud junto al rio Gállego y por tanto muy vinculado con Villanueva de Gállego, pues estaría sin duda en contacto directo con la población por razones laborales. Es fácil suponer que durante las épocas de limpieza de las acequias, el Royo cantara alguna de sus tonadillas para animar a los trabajadores.

No se conservan grabaciones de su voz pero quienes le conocieron dicen que sus facultades eran excepcionales. Se cuenta que en 1883 cantó en Zaragoza Julián Gayarre a quien ofreció una serenata el Royo, llegando en su realización a alcanzar un «re» sobreagudo; nota dificilísima de obtener por un tenor. Pedro se convirtió en imprescindible en cualquier fiesta o celebración donde interpretaba sus fieras, rondaderas, femateras y rabaleras. Con tal asiduidad abandonaba su puesto de azutero que en cierta ocasión, estando cantando en algún pueblo de los alrededores, alguien denunció ante el Sindicato que el azud estaba abandonado y personándose los guardas en la torre multaron al Royo con cinco duros de plata, seguramente este es el origen de la copla que dice:

Ya llevan prisión

al Royo del Rabal

no lo llevan por ladrón

que lo llevan por tronera

 Aunque se dice que fue acusado falsamente de un crimen producido cerca del Azud y otros que fue perseguido por sus ideas republicanas, lo que no fue óbice para disfrutar del favor de Alfonso XII a quien cantó, junto con su “Rondalla de Zaragoza” el día de su boda con la reina Mercedes, una copla que le oí recitar muchas veces a mi abuela:

Quieren hoy con más delirio

A su Rey los españoles,

Pues por amor se ha casado

Como se casan los pobres”

Pedro fue un hombre muy popular y querido, sobre todo tras la epidemia de cólera de 1885 cuando animaba a los afectados con sus jotas, pero quizás desengañado o tocado por los sucesos que marcaron su vida, se retiró en 1895 para morir en la parroquia de San Felipe de Zaragoza en 1904 a los 59 años de edad. El Royo del Rabal, con su estilo particular, exasperó a los puristas del momento pero, en opinión de los expertos era único. Actuó ante grandes personajes españoles como los mencionados Alfonso XII, que en cierta ocasión lo invitó al Palacio Real, el general Primo de Rivera o los ministros González Bravo y marqués de Orovio y llevó la jota por muchas ciudades españolas (hay que señalar que en esta época no existían los certámenes, que comenzaron en 1892 y que la reputación de un jotero se medía por este tipo de actuaciones). Dejando entre los aragoneses una legendaria leyenda y estilo en el canto regional que nadie ha igualado. Quizás entre las dificultades que tuvo en su vida se encontraran las frecuentes rivalidades de los artistas del momento, muestra gráfica de ello es sin duda esta copla:

Cantaba en el Puente de Piedra

El Royo del Rabal

Y el tuerto de las Tenerías

Se le quería apoderar

Villanueva fue sin duda escenario de muchas rondas de este inolvidable intérprete de nuestro canto regional ya que, entre el vecindario todavía se recuerdan algunas de sus coplas que hoy se recogen en esta entrada.

* Fotografía: Torre del Azud donde vivió Pedro Nadal Auré, “el Royo del Rabal”

 Carlos Urzainqui Biel 22 de enero de 2012

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