Wii-terapia para los 'achaques'

La residencia Hermanos Buisán de Villanueva de Gállego utiliza la videoconsola Wii para mejorar la movilidad de sus pacientes. También sirve para ejercitar la mente y mejorar la atención y la percepción.

¿Qué tal estoy de distancia?», pregunta Bárbara Soler a pocos metros de un televisor mientras se quita la chaqueta y se remanga la camisa. Cuando considera que ha adoptado la posición corporal adecuada -piernas rígidas y el torso ligeramente inclinado hacia delante-, agarra con fuerza el mando de la Wii y lanza un tiro que hace caer dos bolos al otro lado de la pantalla. «Muy mal, ayer tiré muchos más, hacía todo el rato plenos», se reprende a sí misma. Nadie diría que Bárbara acaba de cumplir 83 años en el centro residencial Hermanos Buisán, de Villanueva de Gállego, y que este ejercicio forma parte de un programa de rehabilitación para mejorar la movilidad de su hombro derecho.

Mientras ella se concentra en el siguiente tiro, Jesús Belmonte, su terapeuta ocupacional, le da indicaciones. «Lanza con el brazo malo. Eso es, así, súbelo hasta arriba», le dice repetidas veces. Bárbara hace caso, pero está más pendiente de tirar los bolos que de su propia rehabilitación. «Eso es lo bueno -asegura Belmonte- que estén pendientes del juego, entretenidos, para que no se den cuenta de que están trabajando los músculos». Según este terapeuta, con la Wii hacen tres veces más de movimientos que en cualquier otro ejercicio y sin darse apenas cuenta.

Suelen jugar de uno en uno, para que la rehabilitación sea más personalizada, pero siempre están pendientes de los compañeros, contando cuántos puntos llevan y calculando, con los dedos, quién será el ganador. «Se pican entre ellos y hacen el ejercicio más interesante», comenta entre risas el terapeuta.

Jugando a la Wii no solo ganan en movilidad, sino que también les permite ejercitar la mente, la atención y la percepción. «Cada juego facilita trabajar una cosa distinta y por eso se adecuan a las necesidades rehabilitadoras de los pacientes. El único inconveniente es que cuando les gusta una cosa, no quieren otra, aunque les vaya mejor», afirma Belmonte.

La residencia Hermanos Buisán es una de las pioneras en incluir esta videoconsola como elemento terapéutico y de entretenimiento. La animación sociocultural, sin embargo, sí ha evolucionado en los últimos años en todos los centros residenciales. Las tradicionales tardes de bingo se han sustituido por talleres de repostería, clases de baile, grupos de teatro y sesiones de mímica, entre muchas otras cosas.

Ya ha pasado un buen rato desde que Barbara inició su partida de bolos y el terapeuta cambia de juego. Ahora le toca boxear. Como si se hubiese dedicado a ello casi de manera profesional, lanza puños al aire hasta que el muñeco de la pantalla cae rendido al suelo. «¡Lo he tumbao!», grita mientras eleva los brazos triunfante. Segundos después cae rendida en una silla. «Este juego cansa mucho, aunque me gusta. También está muy majo el de golf y el de tenis», opina.

A su lado, Carmen Blasco, se impacienta y pregunta: «¿Pero cuándo me va a tocar a mí?»

Fuente: Heraldo de Aragón