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Noticias de Villanueva de Gállego

Una historia de la banda

Una historia de la banda

El día seis de junio de 1915 durante una reunión ordinaria, el Pleno del Ayuntamiento de Villanueva de Gállego aprobó hacer municipal la Banda de música por cuatro votos a favor (monárquicos) y uno en contra (republicano), como justo premio «por haber llegado a ser una de las mejores en su clase» y bajo una serie de condiciones entre las que destacan las siguientes: «La banda queda obligada a asistir y tocar en misa, procesiones y a dar baile público por la tarde en las festividades siguientes; Año nuevo, Candelera, Pascua de Resurrección, Ascensión del Señor, Corpus Christi, Fiesta de las Santas Reliquias (víspera y dos días) Purísima y Pascua de Navidad». A cambio se le abonarán «cuatrocientas pesetas anuales».

Pero son tiempos convulsos; en Europa soplan vientos de guerra y en España cada día se teme más una revolución, a lo que se une un creciente anticlericalismo muy vinculado con la oposición republicana y radical. No es un mal momento para el país pero se tiene la sensación de que la riqueza no está bien repartida y mucho menos las alegrías. Dos años después de este acuerdo Evaristo Bernal, director de la banda, presenta su dimisión «por causas de salud» solicitud que le será denegada por el alcalde, al igual que el director también se darán de baja algunos músicos más aduciendo también los mismos motivos, lo que hace pensar a la Corporación en que tras esta epidemia hay algo más. En enero de 1918 la Banda y el Ayuntamiento llegan a un acuerdo por el que se modifica una condición dentro de lo establecido para su municipalización, suprimiendo la asistencia a cuatro festividades religiosas a saber; Pascua de Resurrección, Ascensión del Señor, Purísima y Pascua de Natividad. 

A propuesta de un concejal se acuerda que, con motivo de la “Fiesta del Árbol” la Banda asista al acto y «dé baile gratuitamente». Entonces se produce una curiosa reacción, los niños que han de celebrar ese año la Primera Comunión envían una “solicitud” al Ayuntamiento, por medio de sus padres claro está, para que «vaya la música el día de Pascua por cuenta del Ayuntamiento» o de lo contrario lo niños no acudirán a plantar árboles. Se acuerda dejar sobre la mesa el tema, estudiar la mencionada solicitud y aplazar la festividad del árbol. En sesión plenaria de 1 de marzo de 1918, el Ayuntamiento acuerda por unanimidad trasladar el día del árbol al 25 de ese mes y obsequiar con ese motivo «a los niños de ambas escuelas con merienda de panecillo, salchichón y naranjas».

Unos días más tarde, el 11 de abril, el Pleno municipal acuerda encargar a tres miembros de la banda, que a su vez son concejales, un reglamento interventor que rija la agrupación. Mientras tanto Evaristo Bernal, que continua al frente de la sociedad musical, decide entregar la medalla que habían obtenido en el Certamen de 1912 al Ayuntamiento. Este hecho suscita una reacción fulminante de los miembros de la música quienes, mediante un representante, reclaman que dicha medalla sea de nuevo reintegrada a la Banda. Ante este nuevo conflicto, la Corporación municipal acuerda devolver a Evaristo Bernal la mencionada condecoración y que los integrantes de la música «si se creen en algún derecho» le reclamen la medalla a su director. En definitiva “malos tiempos para la lírica” víctima seguramente, una vez más, de los intereses políticos y corporativos. 

Carlos Urzainqui Biel, 18 de septiembre de 2011

* Fotografía: Banda del Tio Evaristo hacia 1930, gentileza de Jesús Sabaté Serrano

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