Más de 1.200 niños pasan en solo cinco días por la pista de hielo de Villanueva

Desde el Ayuntamiento se plantean ya repetir la experiencia en posteriores ocasiones debido al éxito de participación. Las instalaciones estarán abiertas hasta el próximo 16 de marzo.

-C. A. C. Villanueva-

La pista de hielo de Villanueva de Gállego abrió sus puertas el pasado sábado y en solo cinco días ya han pasado por el antiguo polideportivo municipal más de 1.200 niños. A las visitas de escolares concertadas por las mañanas se suman las clases de patinaje de por las tardes, en las que apenas hay plazas libres. El éxito de las nuevas instalaciones ya ha hecho que los representantes municipales se planteen repetir la experiencia, aunque antes deberán hacer cuentas.

"Algunos vecinos ya nos dicen que un mes es poco tiempo. Está claro que el Ayuntamiento no busca la rentabilidad con este tipo de actividades, pero sí que habrá que hacer cuentas", dijo María Paz Arana, concejal de Cultura del Consistorio villanovense, que no pudo concretar cuál es la cantidad que el Ayuntamiento ha pagado por el alquiler de la pista, en la que han participado 16 empresas y colaboradores. Aunque sí que apuntó que la cifra ha sido mucho menor que si se hubiera instalado durante las vacaciones de Navidad.

"La experiencia está siendo positiva", apuntó el técnico municipal de Cultura, Toño Monzón, que aseguró que, desde que abrió sus puertas el pasado sábado, todas las mañanas han pasado 50 escolares cada hora, y 20 jóvenes más cada 60 minutos por las tardes. La previsión es que estas cifras se repitan durante todo el mes de lunes a jueves. Pero además, de viernes a domingo el horario se amplía, por lo que el número de patinadores aumenta.

De hecho, se puso un límite máximo de 100 usuarios al mismo tiempo, aunque de momento nunca se han juntado más de medio centenar de personas en el mismo momento.

En la tarde de ayer, cerca de veinte jóvenes, la mayoría adolescentes, disfrutaban de este deporte. Jordi Álvarez es el monitor y aseguraba que se había visto sorprendido por el nivel de algunos de los chavales que asistían a las clases. "La idea era enseñarles a patinar hacia adelante, hacia atrás y a girar, pero muchos eso ya lo saben hacer", comentaba ayer, poco antes de empezar la clase de las cinco. Para esta sesión, solo quedaban dos plazas libres, y la mayoría de los participantes habían dado ya una primera clase el lunes.

Con y sin experiencia

Aunque no todos. La pequeña Lucía Haro, de 6 años, estaba ayer atemorizada y no se separaba de la barandilla, desde donde su acompañante le animaba. "Tengo miedo", decía ella, que justificaba que era la primera vez que se subía sobre unos patines de estas características.

Teresa Fernández, de 4 años, se mostraba mucho más suelta, aunque no por eso dejaba de caerse al suelo. Pero, al menos, eso sí, no perdía la sonrisa. Su hermano Jorge, de 7 años, confesaba que se le daba bien el patinaje. Junto a ellos estaba Noelia Benedí, de 8 años, que aseguraba que había adquirido experiencia sobre las cuatro ruedas.

Andrea Nicolai había probado ya este deporte en su país, Rumanía. Para esta joven vecina de la localidad y de 15 años resultaba muy divertido. "Me he caído solo una vez, pero creo que se puede decir que ya sabemos patinar", comentaba. A su lado, Andrea Musat, de un año menos, confesaba que ella no se había caído en ningún momento.

El antiguo polideportivo está en la calle de Colón, aunque debido a las obras que mantienen cortado desde hace meses la travesía y el acceso sur al municipio, en la rotonda de la entrada norte, un cartel indica cómo llegar hasta la pista de hielo. Esta indicación facilitará, sin duda, el acceso a todos los vecinos de otros municipios que se desplacen hasta estas instalaciones.

Fuente: Heraldo de Aragón