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Juzgan a un hombre por intentar estrangular a su expareja en Villanueva de Gállego

Juzgan a un hombre por intentar estrangular a su expareja en Villanueva de Gállego
Un hombre de 39 años se ha sentado este lunes en el banquillo de la Audiencia Provincial de Zaragoza acusado de intentar estrangular a su expareja en Villanueva de Gállego en junio de 2013. El procesado ha declarado que no recordaba lo sucedido el día de los hechos porque estaba drogado. Se enfrenta a cinco años y medio de cárcel.

Cinco años y medio de cárcel. Es la pena a la que se enfrenta Pedro C. F., de 39 años, que ha sido juzgado este lunes en la Audiencia Provincial de Zaragoza por, presuntamente, intentar estrangular a su expareja en su domicilio de Villanueva de Gállego (Zaragoza).

Fiscalía solicita para él cinco años de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa y seis meses de prisión por un delito de amenazas en el ámbito familias. Además, pide 12 años de alejamiento de la víctima, Rebeca G., a más de 200 metros.

Los hechos juzgados se remontan a la madrugada del 12 de junio de 2013. Al parecer, ese día el acusado llamó a su expareja, con la que había finalizado su relación hacía un mes, para que acudiera a su domicilio. "Me llamó llorando, me dijo que estaba mal y que se quería quitar la vida", ha declarado ante el juez Rebeca G.

Ésta ha relatado que, cuando llegó a casa de su exnovio, él "decía cosas sin sentido como que yo era Eva, él Adán y su abuela Dios". "Me dijo que estaríamos juntos con su consentimiento o sin él. Yo le dije que no podía ser y me agredió", ha declarado la víctima, quien ha narrado un episodio en el que el acusado le amenazó a ella y a su familia diciéndole que si se marchaba "iría a por mi padre y le rajaría el pecho para sacarle el corazón".

Según la declaración de Rebeca G., el acusado le mordió la cara e intentó estrangularla con su camiseta, después cogió un cuchillo y se abalanzó sobre ella, quien le arrojó su bolso a la cara para protegerse. Ésta se refugió en una habitación, atrancándola desde dentro y abrió una ventana para pedir auxilio.

El acusado dejó un móvil fuera de la puerta de la habitación y le invitó a llamar a la Guardia Civil, según su testimonio. Cuando llegaron los agentes de la Benemérita el acusado "estaba fumándose un porro y masturbándose", ha contado también la víctima.

"Fueron las peores horas de mi vida", ha señalado Rebeca G., quien ha reconocido que el acusado ya le ha indemnizado y sólo ha pedido que le deje "tranquila" y "que la orden de alejamiento sea la máxima posible".

Por su parte, el acusado, en prisión provisional, ha asegurado que en el momento de los hechos "no era consciente de lo que pasaba, ni de quién era". Ante el juez ha relatado que, desde por la mañana, antes de acudir a la cita con la psicóloga "ya había consumido y tras la cita seguí haciéndola". Marihuana, speed y cocaína eran las sustancias que habitualmente consumía Pedro C. F., según ha manifestado.

Diez días antes de los hechos, Pedro C. F. acudió a su centro de salud donde se le diagnosticó un trastorno adaptativo mixto y fue derivado al Centro de Salud Mental del Actur. Tras los hechos, el acusado fue hospitalizado en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza para evaluar su situación. Allí se le determinó que padecía un estado compatible con una psicosis anfetamínica.

Los médicos forenses que le atendieron antes de ingresar en el Servet le derivaron a este centro hospitalario para un examen más exhaustivo puesto que mientras que su declaración inicial era "lógica", la conversación con estos profesionales era "incongruente". Así lo han asegurado este lunes los dos médicos forenses que examinaron al acusado en el juzgado de guardia.

Estos también han asegurado que la víctima presentaba "lesiones de golpes y mordeduras" que "no eran graves". También han precisado que es "muy difícil" estrangular a una persona con una camiseta.

La defensa del acusado, ejercida por el abogado Joaquín Alberto Cervera, ha solicitado que se tengan en cuenta, a la hora de dictar sentencia, las eximentes de trastorno mental y drogadicción así como el hecho de que su defendido ya ha abonado la indemnización que solicitó la víctima.

Este letrado también ha rechazado que se le impute por un delito de homicidio en grado de tentativa y ha solicitado que se considere la posible comisión de un delito de lesiones.

Fuente texto: Aragón Digital  Fuente foto: El Periódico de Aragón  

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