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Noticias de Villanueva de Gállego

Sí que afecta a la salud

El lindano se extiende por los pueblos aragoneses que beben del río Gállego como una auténtica plaga. Prácticamente cada día se conoce un nuevo municipio afectado y ya son seis desde que se detectara por primera vez su presencia en Ardisa.

Una expansión que parece indicar que el problema está lejos de solucionarse a corto plazo o vaya a quedar en una mera incidencia temporal. Algo que el consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón, parece no querer admitir al asegurar hoy en el Pleno de las Cortes que, por el momento, este no es un asunto de Salud Pública, aunque el contaminante esté llegando a los grifos de centenares de aragoneses.

La única hipótesis que baraja el Gobierno de Aragón sobre las causas que han provocado esta situación es que haya podido liberarse una concentración superior a la permitida de este pesticida durante las labores de traslado del vertedero de Bailín.

Desde la DGA afirman que el repunte en la concentración de pesticida es circunstancial. No obstante, cabría preguntarse y exigir a los responsables medioambientales estudios más incisivos en torno a la exposición de los habitantes de la ribera del río Gállego a los porcentajes mínimos que seguro ha llevado el caudal durante decenas de años. Y, sobre todo, un organismo debería ser el centro de las críticas y las preguntas, la CHE, que, en teoría, debería haber revisado muy de cerca el río Gallego todos estos años.

Es necesario exigir al Gobierno de España que actúe y lo haga ya. No solo para garantizar la salud de los ciudadanos de la zona y evitar que, de nuevo, no aporte ni un euro a los trabajos de traslado del vertedero de Bailín, sino también para conseguir que Inquinosa pague por el mayor destrozo ecológico del sur de Europa.

Fuente: Editorial de Aragón Digital  

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