El vecino que la primera vez que asistió a un pleno del Ayuntamiento de su pueblo fue elegido alcalde

El pasado miércoles, 17 de octubre, el alcalde de Villanueva, Jesús Gayán, fue entrevistado en la Cadena Ser Bajo Gállego.

En la entrevista, Gayán se despachó a gusto contra el Gobierno de Aragón y contra su exsocio de gobierno Adolfo Gómez, del que dijo, entre otras cosas: "a mí no me vale, como socio no me vale".

También soltó algunas perlas muy sorprendentes incluso viniendo de él. Pero una de sus afirmaciones más llamativas, y a la par más clarificadoras del devenir de su mandato al frente del Ayuntamiento, fue reconocer que él era "un vecino ajeno a todo, un vecino que no había ido a un pleno nunca, soy de Villanueva de toda la vida y he estado toda la vida aquí, pero nunca había ido a un pleno, yo no sabía que situación tenía Villanueva...". Las palabras entrecomilladas son textuales.

Tenemos un alcalde que reconoce que no se había preocupado nunca de los asuntos municipales.

Tenemos un alcalde que en el primer pleno al que asistió fue elegido alcalde por los concejales electos (a pesar de que no fue el candidato más votado por los vecinos). A eso se le llama llegar y besar el santo. No es que no tuviera experiencia municipal, es que reconoce que era "un vecino ajeno a todo". Gayán reconoce que cuando accedió a la alcaldía no conocía la situación en la que se encontraba el Ayuntamiento de Villanueva.

¿En qué se basaron entonces las propuestas de su programa electoral? ¿Aceptaríamos que un médico nos recetase un medicamento antes de saber qué nos ocurre, antes de diagnosticarnos? ¿Lo lógico no hubiera sido estudiar de qué situación partía el Ayuntamiento antes de decir, por ejemplo, que no subirían las tasas municipales, o proponer tantas otras cosas que no han cumplido?