El ultraligero se estrelló tras desequilibrarlo un golpe previo

El avión ultraligero que el sábado se estrelló en la sierra de Tardienta, en un accidente en el que murieron el instructor Ángel Gutiérrez --del aeroclub de Villanueva de Gállego-- y el alumno Alfonso Sánchez, sufrió un golpe unos segundos antes de impactar con una ladera e incendiarse.

La Guardia Civil y un técnico designado por la Federación Aragonesa de Deportes Aéreos --por delegación de la Comisión de Incidentes y Accidentes de Aviación Civil (Ciaiac) del ministerio de Fomento-- desarrollan sendas investigaciones para tratar de determinar las causas del siniestro.

Las dos hipótesis que se perfilan como más probables eran ayer la posibilidad de que la aeronave hubiera sufrido un impacto con una loma o que hubiera topado con un aerogenerador de un campo cercano.

Lo que sí parece claro es que entre los dos golpes transcurrieron apenas unos segundos, ya que al instructor --un experimentado piloto con más de 30 años de experiencia en avionetas y más de 2.000 horas de clase impartidas-- ni siquiera llegó a accionar el mando de la radio para alertar del incidente. "Lo primero que hace el piloto en una situación así es intentar equilibrar el aparato", explicó un piloto del club de ultraligeros de Villanueva de Gállego, que aventuró que el primer choque se habría producido de una manera fortuita y habría desequilibrado fatalmente el aparato en el que volaban las dos víctimas.

Un portavoz de la Guardia Civil confirmó que en el momento en el que se produjo el siniestro había niebla en la zona, aunque los investigadores desconocen por ahora si ese fue el factor desencadenante del accidente o si tuvo alguna influencia en él.

La normativa aérea limita el vuelo de los ultraligeros en una franja de entre 60 y 300 metros de altura. El modelo siniestrado, un Aeroprakt-A22-L, incluye un sistema GPS dotado de alarma sonora que alerta cuando el aparato vuela demasiado bajo.

Fuente: El Periódico de Aragón