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Noticias de Villanueva de Gállego

Un Pinar en los depósitos

Un Pinar en los depósitos

Los días 19, 20 y 21 de febrero de 1958 se llevó a cabo una original plantación de árboles en Villanueva por los niños y niñas de las Escuelas Nacionales y del Colegio del Frente de Juventudes (Hogar rural). El lugar elegido para la siembra se encontraba a la salida del pueblo en dirección Huesca, en el margen izquierdo de la carretera. Justo en una ladera que separa los depósitos municipales y en terrenos cedidos por el Ayuntamiento. En total se plantaron en esos días 2.000 pinos, 200 olmos y 500 tuyas (una especie de ciprés que recibe también el nombre de “árbol de la vida”), dentro del llamado plan para la creación de “Cotos Escolares de Repoblación forestal”.

Según una noticia que recogió la prensa zaragozana, el domingo 23 y después de la misa mayor a la que asistieron la Corporación Municipal en pleno, al frente de su alcalde don Plácido Yera Torres. Junta Local de Enseñanza Primaria, representaciones de la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos, Distrito Forestal y otras entidades de la localidad se dirigieron con el señor cura párroco, don José Royo Ramo, y los protagonistas de la repoblación guiados por sus maestros, al lugar donde se hallaban las mencionadas plantaciones. El sacerdote procedió a la bendición de los terrenos y seguidamente exhortó a los niños a seguir con la tarea en bien del árbol «que es la mayor riqueza que el hombre pueda tener, consiguiendo de esta manera hacer a los pueblos más hermosos y más atractivos, más interesantes, más bellos y también más ricos» terminó el cura su alocución dando gracias al Ayuntamiento por su colaboración en bien de la repoblación forestal.

Una vez terminados los actos, el Ayuntamiento obsequió a los niños y niñas de las siete escuelas, que ya entonces existían en la localidad, con bolsas de caramelos. Por otra parte el Alcalde solicitó de profesores y alumnos «cuidar con gran esmero los árboles que se habían bendecido, para seguir con el ofrecimiento premios para el próximo año a los que más se distinguieran en aquellos lotes que se hallaran más florecientes y mejor cuidados».

Parece ser que cada niño tenía asignado, a modo de pradinazgo, un número determinado de árboles a los que cuidar con la obligación, cada determinado tiempo de regar, limpiar y mantener. La política medioambiental en sí dio buen resultado, de hecho creció un importante pinar junto a la carretera, justo debajo del Tinajón. Con el tiempo el lugar se convirtió en un parque al que incluso le colocaron algún que otro banco y unas escaleras de cemento en mitad del bosquecillo, era en definitiva un lugar agradable, simpático, con cierto romanticismo que se había convertido en un sitio representativo de Villanueva de Gállego. Incluso algun vecino continuaba la labor que habían iniciado aquellos niños años antes.

En un momento dado y de eso no hace mucho, hubo pinos que fallaron y se cayeron, el agradable lugar se convirtió en peligroso y fue entonces cuando alguien decidió arrancar todos los árboles que se encontraban entre las mencionadas escalerillas y la entrada del pueblo, quedando la otra mitad y un solar desangelado donde antes, como había dicho el cura, había un lugar atractivo.

Carlos Urzainqui Biel, 17 de diciembre de 2010

Foto: lo que queda del pinar en los depósitos.

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