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Noticias de Villanueva de Gállego

Todos los túneles conducen a Aula Dei

Todos los túneles conducen a Aula Dei

Hace unos días alguien me sugirió la idea de escribir algo sobre los interminables pasadizos que, según se cuenta, cruzan el subsuelo villanovense. Es cierto que en el Barrio bajo de Villanueva existían grandes casas solariegas, en la mayoría de los casos su posesión correspondía a las villas campestres existentes en el término, siendo ocupadas temporalmente cuando sus moradores tenían que subir al pueblo para realizar alguna gestión. Estas casonas tenían a su vez enormes bodegas, hoy día gran parte de estos edificios ya no existen y los subterráneos se encuentran compartimentados o tabicados entre varias viviendas, en su mayoría de nueva edificación. Estos caños son quizás el único resto de ese pasado, ofreciendo a quienes lo contemplan una sensación de misterio ya que, al estar separados de la casa del vecino por una pared nueva, dan la sensación de enigma tras el muro. Otra cosa a tener en cuenta es que los recorridos sutberráneos nos pueden parecer muy largos y a la vez ser cortos y que un trayecto prolongado es difícil si no hay ventilación.

Se dice que el pasadizo es tan largo que atraviesa la calle de Pradilla y se prolonga hasta Aula Dei. Esta leyenda del túnel que lleva a la Cartuja está muy extendida y casi todos los propietarios de torres y casa de campo con los que he hablado me han hecho la misma pregunta, tanto en Villanueva como en San Juan. ¿Es cierto que desde la torre hay un pasadizo que comunica con la Cartuja, y que según cuentan, por él circularían los monjes para atravesar el río llegar a este lado?

Una explicación a esta historia habría que buscarla en los paseos que hasta hace muy poco realizaban los cartujos por la huerta (realmente lo hacían cruzando el el azud de Urdán). Antiguamente la presencia de éstos, con sus largos hábitos, sombreros de paja, sus barbas y su aspecto extraño y misterioso impresionaría a los más pequeños, a quienes se les advertía para que no se aventuraran por los subterráneos, ya que si aparecían en la Cartuja jamás regresarían a casa y si lo hacían, lo harían vestidos de esa manera, o lo que podía ser peor, que en uno de esos viajes se encontraran con un monje. Por tanto sería una manera de controlar a los más jóvenes.

Un tío mío (primo de mi abuela) era torrero en la casa Lindar y éste, cuando yo era pequeño y los visitaba algún domingo con mis abuelos, me advertía que no me asomara a un tremendo pozo, que todavía existe, no fuera que apareciera por allí algún cartujo pues él, había visto a uno de ellos salir por aquel mismo lugar esa semana.

Como he dicho, hace unos años los habitantes de Aula Dei solían atravesar el azud y llegar hasta San Juan y Villanueva, hablaban con los labradores e incluso pedían agua a las mujeres en las casas. En cierta ocasión me contaron que llevaban planos y que miraban éstos de vez en cuando, seguramente para orientarse. Algunos aseguran que buscaban sus antiguas propiedades, que les fueron arrebatadas durante la Desamortización. Lo cierto es que los cartujos llegaron a tener algo, no mucho, tanto en Villanueva como Zuera y San Mateo.

Ahora bien, la idea de un largo túnel que atraviesa la huerta, cruce el Gállego y llegue hasta la Cartuja es bastante improbable, pero por si acaso no conviene entrar en ningún agujero, no nos vaya a aparecer algún cartujo.

Carlos Urzainqui Biel, 22 de octubre de 2010.

-- Nº 16 de la serie Villanueva.script, en exclusiva para NdV

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