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Noticias de Villanueva de Gállego

El granizo daña más de 400 hectáreas en Ontinar de Salz

La tromba de agua y pedrisco se dejó sentir también en Zuera, Villanueva y San Mateo de Gállego, aunque sin causar destrozos

Pedrisco del tamaño de una nuez causó daños en más de 400 hectáreas de Ontinar de Salz y afectó especialmente a campos de maíz, alfalfa, fruta y tomate. La fuerte tormenta acompañada de viento, también descargó la noche del jueves en poblaciones como Villanueva de Gállego, San Mateo de Gállego y Zuera, aunque no provocó desperfectos tan importates. El aguacero apenas duró cerca de media hora y se registraron valores de hasta 24 litros por metro cuadrado en apenas 10 minutos en San Mateo de Gállego.

"El granizo llegó a ser del tamaño de una pelota de ping-pong y lo peor es que al principio no vino acompañado de agua, por lo que los desperfectos que provoca son bastante mayores", explicó el gerente de la Cooperativa de Zuera, José Ignacio López. A lo largo de ayer ya se acercaron hasta la entidad una treintena de agricultores para declarar el siniestro. Ahora habrá que esperar el informe de los técnicos para saber la valoración económica de las pérdidas.

La producción más perjudicado, según señaló José Ignacio López, es la de maíz, que se encontraba a dos meses de cosecharse. Hasta ahora, esta zona de la vertical de Zaragoza se había librado de las granizadas.

La tromba también se dejó sentir en el núcleo de Ontinar de Salz. Las fuertes rachas de aire derribaron hasta siete árboles de considerables dimensiones, uno de los cuales cortó el acceso a la localidad hasta que fue retirado por personal municipal y los bomberos de Zuera. "Ha sido la primera granizada en la zona y ha caído de una forma muy localizada en la zona de el Turrullón, para luego dirigirse hacia El Temple, ya en Huesca", señaló el alcalde, Santiago Azón.

No llegó a aguar las fiestas

En Villanueva de Gállego la tormenta no llegó a aguar las fiestas, aunque lo intentó. Al final solo se tuvo que suspender el toro embolado anunciado para la medianoche. "Es lógico que si caen 30 litros por metro cuadrado en 20 minutos haya problemas, pero creo que se intervino con rapidez y en una hora se restauró la normalidad", señaló el alcalde, José Manuel Garisa. Hubo que achicar agua en la carpa, pero se pudo celebrar la última sesión de baile que cerraba la programación. Se inundaron los garajes de algunas viviendas y fue necesario limpiar calles en obras en las que la riada arrastró la tierra.

A modo de anécdota, el alcalde de Zuera, José Manuel Larqué, echó mano de la historia y recordó que el 30 de julio de 1915 la localidad sufrió un ciclón que arrasó lo que encontró a su paso y el granizo, de hasta medio kilogramo, alcanzó por las calles nada menos que tres metros de altura.

Fuente: Heraldo de Aragón

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