Blogia
Noticias de Villanueva de Gállego

¿Otra vez el lindano?... ¡Por favor!

Por José Luis Trasobares

Hace apenas un par de semanas, fuentes oficiales anunciaron triunfales que la concentración de lindano en las aguas del Gállego y en las tomas para el abastecimiento a los pueblos ribereños era prácticamente inapreciable, cosa de nada. Al leer tan buena nueva me eché a temblar. No porque desconfíe de las citadas fuentes (que también, por supuesto), sino porque corre actualmente por el Pignatelli, y en particular por ciertos departamentos, un gafe del tres. Entendámonos: no es que un servidor crea en el mal fario y otros fenómenos sobrenaturales; solo me atengo a la simple observación de la realidad. Y este sano ejercicio indica que Rudi y bastantes de los suyos cortan hasta la mayonesa de bote. No dan una. Así, anteayer se comunicó a las localidades habitualmente afectadas que debían cerrar otra vez el grifo, pues no se sabe qué extraño accidente había provocado un nuevo vertido o derrame (o lo que fuere) y el agua... no era potable.

La contaminación en el Gállego es una tragedia hidrológica (por decirlo así) de solución mucho más difícil que todas las inundaciones habidas y por haber (dicho sea sin minimizar las pérdidas de quienes están sufriendo las consecuencias de las crecidas). Porque la presencia del maldito veneno en Bailín y otros lugares tiene tal volumen (repito por enésima vez que hablamos de decenas de miles de toneladas de lodos tóxicos) que su aislamiento y neutralización exigen un trabajo muy serio y cuidadoso, así como unas inversiones monumentales. De momento, lo gastado suma varias decenas de millones (cada vez es más difícil calcular el resultado de la cuenta sobre la que se precipitan a diario más y más sumandos).

Por causa de las aguas, en los últimos tiempos han rebrotado las críticas (y los insultos) a ecologistas, expertos en temas medioambientales y defensores de la naturaleza en general. Son voces idénticas a las que hace decenios intentaron acallar a quienes denunciaban la situación de Inquinosa, la empresa fabricante del lindano. Ya vemos cómo ha acabado aquella triste historia. Aunque rectifico: que no, que no ha acabado. Ojalá.

Fuente: El Periódico de Aragón 

0 comentarios