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Noticias de Villanueva de Gállego

Pésima gestión política de la crisis del lindano

Lla contaminación por lindano en el río Gállego ha revelado evidentes carencias conceptuales y de gestión por parte de quienes gobiernan la comunidad y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Unos y otros han afrontado la evidente crisis sanitaria y medioambiental con una actitud pueril, frívola e irresponsable. Como si se tratara de un problema menor. Sin embargo, estamos ante una situación inaceptable y peligrosa a medio y largo plazo. Ha dicho el consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, que para sufrir los efectos del lindano sería preciso beber "miles de litros" del agua ahora vedada al consumo humano. ¿Pero sabemos con precisión cuántos litros usaron los vecinos de la ribera antes de que se diese la alarma? ¿Y cuántos más entrarán en sus organismos de aquí a unos años?

¿DE QUIÉN FUE EL DESPISTE?

Si nos atenemos a las declaraciones de Oliván, los primeros análisis que detectaron una concentración de lindano en el agua diez veces superior al máximo autorizado se hicieron un mes antes de que se prohibiera el consumo. Según su versión, la CHE se despistó. Pero, a su vez, este organismo ha contraatacado abriendo un expediente al propio Gobierno aragonés por no haber efectuado correctamente un reciente traslado de lindano a nuevos vertederos. Lo inaudito es que, si tal expediente prospera, la administración autónoma tendría que pagar, con cargo al contribuyente, una multa de hasta medio millón de euros (además de las decenas de millones gastados ya en intentar controlar la contaminación originada, no se olvide, por una empresa privada que sigue impune).

¿Se manipuló mal el lindano, en un intento de abaratar la operación? Los testimonios e imágenes difundidos con anterioridad por Ecologistas en Acción así lo indican.

SIN SOLUCIÓN DEFINITIVA

La actual crisis está siendo conjurada con desembalses al Gállego, a fin de diluir el lindano, y con la instalación de nuevos filtros en las redes de abastecimiento. Pero no son soluciones definitivas. Miles de toneladas de auténtico veneno siguen ahí. Y está por ver qué pasaría si se produjese otra punta de contaminación en periodo de sequía, cuando los pantanos estén bajo mínimos. Por no hablar del efecto que la contaminación puede tener en el ganado y los cultivos.

No, el lindano no es ninguna broma.

Fuente: El Periódico de Aragón 

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