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Noticias de Villanueva de Gállego

Las Fajas de la torraza

Las Fajas de la torraza

Cuenta la historia oral villanovense que antiguamente el pinar era del pueblo y que a cambio del agua de la acequia de Candevanía, que suministra a la localidad, toda esa extensión y algo más pasó a pertenecer a la villa de Zuera, bajo condición de poder seguir haciendo leña los de Villanueva en la partida de “Las Fajas” o como dicen algunos “mientras el suelo pertenece a Zuera, el vuelo lo es de Villanueva”.

Según un escrito de la Corte del Justicia de Aragón, fechado en Zaragoza el 15 de septiembre de 1550 y dictado en la llamada “Sala Alta de las Casas de la Diputación del Reyno” se establece que el Concejo de Zuera garantizaba al de Villanueva «toda aquella agua que viniera en la Acequia de Zuera en el día del Domingo para siempre, para su provecho y utilidad de los dichos hombres de Burjazud (nombre primitivo de Villanueva) y que no la quitaran ni impidieran el agua corriente de la dicha Azequia» por su parte la entonces Villanueva de Burjazud entregaría cada año «cien sueldos Jaqueses» en cierto término (según el citado documento, este pacto se llama “de los cien sueldos”):

«Y a mas desto que concedieran los hombres del lugar de Vurjazud un lugar llamado Sobello para que pazcan allí las obejas, cabras y bestias de los hombres del Concejo de Zuera y/ó las Bestias de los hombres del Concejo de Burjazud, ni los unos a los otros se pudiesen vedar el pasto y uso...»

“Sobello” es una palabra procedente del latín y hace referencia a lo que sobresale o lo que está en alto. Con toda seguridad esta denominación corresponde a mencionada la partida de las Fajas. Según se desprende de esta Sentencia del Justicia mayor, en principio parece ser que se permitía un uso mancomunado del aprovechamiento que ya existía en 1312, cuando se reconoce a Villanueva, por la Ciudad de Zaragoza, el derecho de “pastoreo universal” y el uso conjunto con Zuera del monte de Vallones (zona donde se encuentran las Fajas). Posteriormente y con fecha 15 de septiembre de 1320, el rey de Aragón Jaime II reconoce el derecho de los vecinos de Villanueva de Burjazud a usar el agua de la acequia de Zuera «en el día del Domingo» entendiéndose como tal «el día del sábado por la tarde puesto el Sol y toda la noche, así como el Domingo hasta puesto el Sol». Prohibiendo a los «hombres del Concejo de Zuera» que de entonces en adelante «no poner rabiessas en la dicha zequia ni abrir filas».

Según el plano correspondiente a la Pardina de Miranda de 1849 que se conserva en el AHP de Zaragoza, (al que se hizo mención en la entrada referida a la Torraza) donde aparece la mojonación del Castellar realizada en 1735. El término de las Fajas junto con el Vedao de Villanueva, se engloban dentro de todo este territorio que llega hasta el río Ebro entre Juslibol y Alfocea. Mientras en un plano diseñado por Dionisio Casañal en 1892 del Término municipal de Zaragoza, se cita al Vedao bajo de Villanueva, como Castellar antiguo y lo sitúa como prolongación de las Fajas.

Con esto se pretende demostrar que los territorios que ocupan los términos de las Fajas, el Vedao y la Pardina Miranda son una misma cosa y que están vinculados con Villanueva desde tiempo “inmemorial” por una serie de derechos de uso que provienen de los privilegios que otorgaron los monarcas aragoneses a los primitivos habitantes de la localidad. Estas tierras tienen en común que están atravesadas por la calzada romana de las Cinco Villas y constituyen la entrada más accesible al monte del Castellar, por tanto poseen cierto valor estratégico que seguramente valorarían Sancho Ramírez, Al-Muqtadir y por supuesto el Cid Campeador, circunstancia que tampoco escapó al Ejército español de tierra.

* La fotografía corresponde a la partida de las Fajas vista desde la cueva de Colandréa (la Torraza).

 Carlos Urzainqui Biel a 29 de junio de 2011 (San Pedro, primer patrón de Aragón).

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