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Noticias de Villanueva de Gállego

Mari

Mari

Hacía tiempo que me asomaba al blog de NdV porque, hay que decirlo, viene bien para enterarse de muchas cosas que ocurren en Villanueva de Gállego. Una noche de verano encontré una referencia sobre María Antonia Orús Sacacia. Se me ocurrió escribir puntualizando esa información, más que nada porque la viví. Fue muy simple, el Ayuntamiento quería que participara en las primeras ediciones del Concurso Pradilla y ella prefirió regalar un cuadro suyo que se conserva en el hall, de esta manera entré en contacto de manera puntual con la página.

A modo de entronque con aquella intervención, voy a seguir hablando de Mari (que era así como se la conocía familiarmente). Nació el 10 de marzo de 1949 en la clínica de Roncalés, en Zaragoza. Pasó sus primeros años en la torre del Hospitalico, en Villanueva, que era donde vivían sus padres (Andrés “el tío Royo” y María, que falleció hace apenas un par de años con casi cien). Muy joven comenzó a destacar por su afición a la pintura, en un programa de fiestas de principios de los sesenta se anuncia una exposición suya en la entonces Hermandad Sindical, con apenas doce o trece años. Tras terminar sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Zaragoza se trasladó a Barcelona, donde obtuvo la Diplomatura en la Superior de San Jorge.

Hacia 1970 comenzó a realizar exposiciones en varias ciudades españolas y francesas (Barcelona, Teruel, Morella, Burdeos, Zaragoza, Logroño, Pontevedra, Huesca, Avilés, Madrid, Segovia, etc.). Compatibilizaba esta actividad con un puesto de trabajo en el Hospital de Nuestra Sra. de Gracia, donde daba clases de pintura a los enfermos.

Poco a poco logró montar un enorme estudio de pintura en su casa de la calle Ronda, allí había cuadros por todas partes y también se vivieron algunos momentos de la transición, preparando papeletas para el Referéndum de 1976 o decorados para las primeras “semanas culturales” del Club Juvenil San José.

Hacia 1980 su vida tomaría un giro importante. Conocería a los propietarios de la galería Goya de Zaragoza, que se convertirían en unos auténticos mecenas. Crearía su propia academia en un piso de la plaza de San Miguel y contraería matrimonio con Julio Senent. Ingeniero de Telecomunicaciones, fue trasladado a Menorca, allí nacerían sus dos hijos, Julio y Diana, viviendo en Villa Carlos (Els Castells) hasta 1988. En este año su marido fue trasladado a Huesca. La vida parecía encarrilarse, cuando una rápida y fatal enfermedad se la llevó con apenas 41 años, el 27 de marzo de 1989.

Sería difícil cuantificar su obra. En cuanto a la calidad de la misma, toda tiene algo en común. Engancha a quien la mira, su pintura sugiere vida incluso más allá de lo que el propio ojo puede ver y a la vez, una tremenda serenidad y quietud. A mí me ha impresionado siempre como capta la luz, da igual un paisaje mesetario, montañés, mediterráneo y sobre todo en su etapa menorquina. María Antonia Orús aprovecha cada rincón del lienzo para expresar algo que da sentido al conjunto, sus cuadros son como un puzzle lleno de pequeños detalles igual de importantes, consiguiendo que el espectador explore toda la obra. Ella misma lo escribió en 1979:

“Soy de la opinión de que al pintor se le debe conocer en toda su expresividad, donde las simples notas de color pueden valer tanto o más que un cuadro de profundidad expresiva”.

Para finalizar quisiera añadir una faceta desconocida de ella. Era también una excelente ceramista. Le gustaba trabajar con la arcilla, decorándola con diferentes acabados, utilizando técnicas novedosas y logrando efectos muy curiosos.

Carlos Urzainqui Biel

 --Primera entrega de la serie Villanueva.script, realizada en exclusiva para NdV.

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